Defensoría del Pueblo exhorta a evitar discursos que profundicen el clima de polarización en el país
19 de Septiembre de 2024 06:21 pm
El
informe "Cohesión social:
el desafío para la consolidación de la Democracia en Bolivia" presentado por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en marzo de la presente gestión,
refiere en su acápite Deterioro del debate público, liderazgos públicos y su
impacto en la conflictividad social, que discursos de personas con liderazgo
social, funcionarios públicos y con liderazgos políticos, contribuyeron a
generar un entorno general adverso a la participación ciudadana y al ambiente
de diálogo, respecto a diferentes escenarios de conflictividad y situación de
los derechos humanos en el país desde 2006.
En
ese marco, en la actual situación de conflictividad que atraviesa Bolivia, es necesario
remarcar la observación de la CIDH respecto a que, “Las personas con liderazgo
político deben tomar distancia de cualquier discurso que envíe mensajes
permisivos a la violencia, incluyendo los que activen, fomenten, acentúen o
exacerben situaciones de discriminación, hostilidad, intolerancia o
animadversión” y que, “dichas personas también están llamadas a contrarrestar
la intolerancia y discriminación, así como a promover el entendimiento cultural
y el respeto a la diversidad,(…)”, además de “canalizar tensiones sociales
electorales a través del diálogo y actuar con una diligencia mayor a la de
cualquier ciudadana o ciudadano al pronunciarse sobre asuntos públicos”.
La
CIDH y la Corte IDH han señalado que los líderes políticos, sociales y
servidores públicos tienen un papel crucial en el debate público; sin embargo,
también advierten que sus acciones pueden tanto fomentar como deteriorar este
diálogo. En situaciones de conflicto, desorden o polarización, estos líderes
deben ser especialmente cautelosos con sus declaraciones, ya que sus palabras
pueden tener un impacto significativo en la sociedad y generar riesgos para
ciertos grupos o individuos.
En
línea con los estándares interamericanos establecidos por la CIDH, la
Defensoría del Pueblo ha exhortado a las personas con liderazgo social,
político y a los servidores públicos a moderar sus discursos, especialmente en
contextos de conflictividad. La incitación al odio y los discursos que
promueven la violencia son contrarios a los principios democráticos y los
derechos humanos. Urge un diálogo inclusivo y respetuoso para superar la actual
situación de conflictividad.
Como
Institución Nacional de Derechos Humanos, exigimos a todos los actores
involucrados en la conflictividad que cesen inmediatamente con las acciones y
declaraciones que agravan la situación. La adjetivación despectiva y la
estigmatización no tienen cabida en una sociedad democrática. Es hora de
priorizar la búsqueda de soluciones pacíficas y el respeto a los derechos
humanos de todas y todos los bolivianos.
La Paz, 19 de
septiembre de 2024