Pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo ante las agresiones sexuales que sufrieron niñas, niños y adolescentes en Bolivia por parte del sacerdote jesuita español

Respecto a las agresiones sexuales que sufrieron niñas, niños y adolescentes en Bolivia, cuyo autor es el sacerdote jesuita español, Alfonso Pedrajas (padre Pica), cuya confesión salió a la luz pública luego de su fallecimiento; se reveló que los delitos fueron perpetrados hace décadas atrás, mientras trabajaba en centros de acogida e instituciones educativas a cargo de la Iglesia Católica. La Defensoría del Pueblo expresa su total repudio ante tales hechos y manifiesta su alta preocupación sobre el estado de indefensión de las víctimas, quienes pasaron largos años sin recibir el apoyo profesional necesario y la justicia que seguramente anhelan.

Nos condolemos con el dolor de las víctimas de estos delitos, ocurridos dentro del colegio Juan XXIII de Villa Granado en Cochabamba (1972-1987), quienes corroboraron la denuncia, así como el dolor que embarga a las familias bolivianas.

Ante las acciones ejecutadas de forma administrativa, como la suspensión de los sacerdotes implicados por la no denuncia, exhortamos a la Iglesia Católica, a través de sus altas autoridades en Bolivia que, con el fin de garantizar la no repetición de estos hechos, deben dar celeridad a las investigaciones y sancionar a los cómplices de los delitos. Exigimos al Gobierno intervenir y velar que las víctimas reciban asistencia integral, quienes, pese a los años transcurridos, seguramente continúan padeciendo los efectos de estos aberrantes hechos.

Exhortamos a las autoridades eclesiásticas nacionales aplicar medidas de prevención y extremar esfuerzos para evitar que niñas, niños y adolescentes se vean expuestos al peligro de sufrir una agresión sexual en instituciones de acogida o educativas, que deberían ser los espacios que les brinden seguridad para resguardar su integridad y donde puedan ejercer sus derechos de forma plena.

La Defensoría del Pueblo abre sus puertas a las víctimas de estos sucesos, a fin de brindarles contención, protección a su identidad, orientación y acompañamiento para el cumplimiento del debido proceso. No están solos en su búsqueda de justicia y reparación.

La Paz, 3 de mayo de 2023